El Pacto Global, promovido por las Naciones Unidas, es algo positivo en mayor o menor medida, para todo el mundo. Es un intento formal de implementar la responsabilidad social empresarial a gran escala, y es algo, que objetivamente es no sólo moralmente, positivo, sino también económicamente, medioambientalmente y socialmente.
El hecho de que el capitalismo sea el eje de nuestras vidas en la mayor parte del planeta desde hace mucho tiempo y que no sea hasta el año 2000 cuando se haya firmado un pacto global que defienda la responsabilidad social corporativa, nos permite ver claramente el poco interés que han tenido las grandes multinacionales por salvaguardar los derechos humanos y los valores medioambientales del planeta.
Así pues ,podemos celebrar que las empresas internacionales han firmado con la comunidad internacional una serie de medidas mínimas recogidas en el Pacto Global, que son de obligatorio cumplimiento para las organizaciones que se adieran a él, que favorecen el desarrollo sostenible social y medioambientalmente.
Ya sea porque los altos mandatarios de los gobiernos y/o multinacionales han visto “las orejas al lobo” en el plano de recursos medioambientales, por motivos económicos o incluso por motivos solidarios, el caso es que se ha firmado un acuerdo en el que se aseguran 10 principios básicos. Estos principios o artículos están relacionados con el apoyo y el respeto a los derechos humanos, al trabajo digno, al medio ambiente, y a la corrupción, de modo que rijan las actividades empresariales de todo el mundo, ya sean globalizadas o a pequeña escala.
Pero quizá éste acuerdo tiene como función más importante, servir de inicio para planes mas ambiciosos en el campo de la responsabilidad social empresarial desarrollados por Naciones Unidas como los Objetivos de Desarrollo del Milenio(MDGs).
La importancia del pacto global dependerá del número de empresas que lo respeten. Esto nos puede llevar a pensar en establecer su obligatoriedad en todo el mundo.
Sin duda ésto sería ideal, pero injusto sin tomar diversas acciones.
En un mundo donde la quinta parte de la población del planeta consume más del 60% de los recursos, es injusto exigir a todos las mismas obligaciones, cuando no todos tienen los mismos derechos.
Por ello Europa y EEUU no pueden pedir a los países pobres y en vías de desarrollo que cumplan el pacto global (cuando ellos lo llevan incumpliendo durante muchos años) sin antes darles, los medios y la tecnología necesaria para hacerlo.
Esto se traduce a que el Pacto Global, sea de obligado cumplimiento, en todo el mundo, pero que sean los países mas avanzados, los responsables de guiar, tutorizar y ayudar de manera directa a los países menos desarrollados en el campo de la responsabilidad social empresarial.
A fin de cuentas mientras el sistema no haga amago de cambiar, las empresas sean el motor del mundo y sigua habiendo politicos, militares y economistas cuyo poder se substente en el trabajo de otros, todo lo que contribuya positivamente a la responsabilidad social coporativa será muy bienvenido.
0 Comments:
Post a Comment