Fitzcarraldo es quiza una de las obras mas representativas de Werner Herzog y también de Klaus Kinski.
Werner Herzog tiene una magnífica forma de caracterizar sus personajes al dirigir sus películas.Y si ese personaje lo interpreta Kinski, lo borda.
Ya veíamos en "Aguirre, la cólera de dios", ese único plano que giraba alrededor de Kinski representando su egocentrismo.Una película muy bien dirigida, pero superada cinematográficamente quizá por Fitzcarraldo.
(Kinski, ese gran desconocido...)Herzog demuestra el "Si te lo propones, todo es posible" con la historia de un tal Fitzcarraldo, amante de la opera de Enrico Caruso ,que lleva acabo una empresa casi imposible para ganar dinero con el caucho y así construir un gran palacio de la ópera en Iquitos, osea, en medio del Amazonas.Es una lucha contra lo imposible, incluso con la ayuda de Claudia Cardinale
Nos hace creer (en una película que por momentos se funde en documental) que hasta la empresa más descabellada se puede llevar a cabo, si se parte desde la personalidad más tenaz,persistente e imaginativa...
(Fitzcarraldo equivale a la magia del cine...)El cuadro técnico sigue siendo el mismo que en "Aguirre, la cólera de dios", con lo que el montaje final sigue teniendo el especial sabor y la magia dejado por esta película. La fotografía es genial y la música acompaña perfectamente a las imágenes.
La música es fundamental en la peli.Caruso es casi un personaje mas.
Y esa gran escena final.Esa ópera tocada sobre el barco medio hundido mientras Kinski se olvida de todo y simplemente disfruta...
(La escena final de Otto e mezzo es tan genial como la de Fitzcarraldo...)Una película para los rómaticos y los soñadores.Yo la considero lo que "Otto e mezzo" a Fellini.
Y tratando el tema de la Fe, quizá una especie de "Stalker"
Otra peli que recomiendo a todo aquel que ve en el cine un medio para el disfrute y el goce personal.Una película que todo el mundo debería ver por lo menos una vez en la vida, como reflexion moral.
La unica pega de Fitzcarraldo es que es cine.Lástima que solo sea cine...
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